Aunque ya he
hablado un poco de las redes sociales con anterioridad, creo que resulta
importante resaltar un punto, y es la falsa realidad que consumimos a través ella
y sobretodo la “vida perfecta” que las personas que nos siguen perciben de
nosotros y nosotros percibimos de los demas.
Me refiero ¿A
quién no le gusta mostrarse feliz? Lo que más se postea en cuando tienes una
sonrisa pintada en la cara, así como ese día que alcanzaste una meta, cuando
comes algo rico o estas en medio de un relación que es hermosa o tal vez cuando
estas de viaje por algún lugar que no has conocido antes y este es
espectacular… y así podría pasar horas describiendo momentos que nos traen
felicidad y queremos compartir con todos.
Pero ¿Y los
momentos malos? Cuando estamos tristes, o enojados o simplemente la vida no
está yendo de la manera que pensamos debería ir ¿Dónde quedan registrados esos
momentos? Esos son los momentos que decidimos no compartir, es más hacemos todo
lo necesario para eliminarlos y hacer como si nunca pasaron. ¿Dónde están los
post de las largas horas de estudio o de trabajo? ¿O esas publicaciones de los
días malos? Por lo general nunca están porque no mostramos la parte difícil de
la vida.
La vida está
llena de ambos, momentos de felicidad y momentos de dificultad, pero muchas
veces nos dejamos llevar por lo que las otras personas nos muestran de su vida,
cada vez que entro a Instagram entro a una irrealidad, lo llamo así porque son
muy pocas las veces con las que me consigo con un post donde una persona cuente
su realidad como tal, la mayoría –y me incluyo– mostramos solamente el lado
bonito de nuestra vida, las cosas buenas que nos pasan cuando todo nos sale
bien, los momentos de felicidad, nos gusta compartir cosas buenas.
Y esto no está
mal, querer publicar solo lo bueno, pero eso hace que idealizamos la vida de
personas que verdaderamente no conocemos a profundidad y que idealicen la
nuestra, que creamos que cierta persona tiene una vida perfecta o que siempre lleva
un estilo de vida, lo cierto es que no sabemos si es así, porque solamente
vemos lo que esa persona quiere que veamos de su vida.
Lo cierto es
que a veces te puedes sentir mal porque no estás viviendo una vida de Instagram
donde todo es perfecto, pero no te aflijas ni idealices, todos tenemos nuestras
propias luchas y nuestras desgracias solo que no todos la conocen, son muy
pocas las personas que tienen un contenido orgánico, no preparado donde se
muestren tal y como son. Tranquilo o tranquila, su vida no es perfecta y además
tú también tienes una vida perfecta a la vista de tus seguidores, así que no te
sientas mal.
“¿Por qué finge todo el mundo lo que no es
importante lo es y mucho, y al mismo tiempo todos se afanan terriblemente en
fingir que lo realmente importante no lo es en absoluto?” Jenne Teller,
Nada.
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