domingo, 17 de septiembre de 2017

Promesas

Prometí mantenerte junto a mí sin importar el que.
Te prometí los besos más dulces, y los abrazos más reconfortantes.
Te prometí dejar muchas cosas que no te gustan de mí solo para hacerte feliz.
Prometí serte fiel y nunca engañarte.
Prometí que mis sueños serían los tuyos y los tuyos serian míos.
Prometí mañanas dulces, tardes de alegría y noches de pasión.
Prometí tener una relación duradera contigo.
Todas estas promesas las hice en menos de una hora.
Te lo prometí en medio de besos apasionados.
Lo prometí incluso cuando no tenía la mínima intención de cumplirlas, porque era lo que querías escuchar en ese momento y me hacía feliz llenarte de mentiras.
Lo prometí en estado de ebriedad y con el corazón roto.
No creas que estoy orgulloso de lo que hice, no creí ser ese tipo de hombre y sin embargo supongo que aún puedo seguir descubriendo nuevos yoes.
Supongo que no puedes confiar en las promesas de un ebrio y despechado.

Incluso cuando ese ebrio y despechado soy yo. 

sábado, 2 de septiembre de 2017

¿Y ahora qué?

Estuve pensando bastante si escribiría sobre la situación del país, lo cierto es que me lo debo, siempre he dicho que este blog es como un diario que voy a querer leer cuando sea mayor. Hace unos post atrás había decidido seguir escribiendo sobre la situación actual de Venezuela, llevar una especie de bitácora lo cierto es, no pude.

En los últimos meses el país se vio sumergido en una oleada de protestas, dando como resultado  nada mas que muertes, tristemente es todo lo que yo puedo ver ahora mismo, aproximadamente 157 venezolanos que dejaron el plano terrenal solamente por perseguir un sueño o defender en lo que creía, un gran número que tristemente está siendo tratado por todo el mundo  tanto la oposición como el gobierno como simples cifras para sus fines políticos, y no como seres vivientes con familia e historia.  

Algo que me hizo darme cuenta estas protestas fue que hemos estado colocado nuestra confianza en las personas no adecuadas, tristemente estoy muy decepcionado de la oposición venezolana, no hubo un solo dirigente opositor que estuviese a la altura de lo que estaba pasando en el país, no supieron cómo manejar la situación, no se tomaron las riendas cuando debían.


Simplemente no estaban preparados para el rol que debían asumir, me molesta que hagan promesas que no tengan intención –o puedan– cumplir. No es eso lo que hemos estado criticando del gobierno, si no puedes hacerlo entonces ¿por qué no dejar que lo haga otro? Aunque también es cierto que no hay otra oposición que la que tenemos, por más deplorable que sea.

También me di cuenta de que eso que llamábamos “dictadura” así sin querer decirlo en serio, eso que creíamos que nunca nos iba a pasar a nosotros porque “no chamo, eso no puede pasar en Venezuela” se materializo el 30 de Julio de 2017.

Este mes he despedido a mas amigos de lo que nunca había hecho en mi vida, una de ellos ni si quiera pudo materializar de graduarse de ingeniero civil –cosa difícil de dejar estando en un 10 semestre en la UC, que se los digo yo–. Este último mes una gran cantidad de venezolanos se vieron en la necesidad de huir, porque eso es lo que estamos haciendo huir por un mejor futuro. 

Aprendí que aún en los peores momentos la gente sigue riendo, sigue yendo a fiestas, se sigue casando, SIGUE VIVIENDO. Esto es algo bastante contradictorio que me llama bastante la atención, como la gente sobrevive a pesar de tantos problemas.


Y ¿ahora qué? Lo cierto es que no lo sé, la incertidumbre hoy me abruma más que nunca, no veo un futuro claro en Venezuela próximamente, luego de todo este tiempo de protestas y muertes sólo puedo decir que creo firmemente que los buenos somos más, claro que sí, pero necesitamos ser más letrados, más inteligente, debemos ser personas que lean más historias y menos redes sociales, que necesitamos nuevos y mejores líderes, que este país me duele cada día más, que los venezolanos estamos hechos de acero y que a donde quiera que sea que vayamos vamos a hacer la diferencia, que no es más valiente el que se va que el que se queda. 

Que para que este país progrese, obviamente necesitamos un cambio de gobierno así también necesitamos un cambio –o una mejora urgente de oposición, pero sobretodo que cada quien ASUMA sus errores y trate de enmendarlos.