miércoles, 21 de agosto de 2013

Cuando El Tiempo se Ralentiza

           Aproximadamente las diez  una mañana con ese clima fresco y agradable que tanto me agrada; tenía como costumbre tomar un té frio de durazno sabes esos que venden en el quiosco en frente del ALT y sentarme a esperar a entrar a mi siguiente clase, veía caras conocidas, familiares y algunas que hacían que mi vista se incomodara, podía ver el grupo de los que solo iban a la universidad a echar carro, aquellos que hablaban con su amigo acerca de como sabía hacer todos los ejercicios, ademas de ver a los de primer semestre comprando cuanto guía resuelta se les atravesara en el camino. -JA como si eso les fuese a ayudar-. Respiraba el contaminado humo de ciudad y sobretodo podía respirar el humo de los cigarrillos de aquella gran cantidad de estudiantes de ingeniería, que a causa del estrés o vaya a saber Dios empezaron a destruir sus pulmones desde jóvenes y por consecuencia los míos, el olor del humo me es tan familiar como las cicatrices hechas en mi infancia, amargo y con una facilidad de llegar a tus neuronas como ningún otro. Como iba diciendo un día normal hasta que la vi creo que era la segunda vez que el tiempo se ralentizaba solo por una chica; recuerdo la primera vez como si fuese sido ayer, aproximadamente 6 años si mal no recuerdo iba caminando con mi mama hasta que la vi, su piel tan blanca como las nubes y la nieve, su cabello negro oscuro como la noche y liso su cara solo podía compararla en esos momentos con un ángel facciones resaltantes y perfectas era realmente hermosa unos 2 o 3 años mayor que yo pensé, la vi camino hacia mi mama y le dijo algo así como “Hola prima ¿cómo estás?” así que parte de la sangre de sus venas recorrían las mías mi mente alejo cualquier pensamiento y se programó para solo ver a mi prima, pensándolo bien creo que aún no le he contado a Ligia que ella fue la primera que hizo que mi tiempo se ralentizara, obviamente todo eso quedo atrás.

        Pero esta vez era distinto no hay forma de que esta chica sea familiar mío, era hermosa solo esa palabra podría describirla, casi perfecta, cuando mis ojos se fijaron en ella el tiempo se  ralentizo si hubiese habido una mosca cerca pudiera haber visto el aleteo de sus alas al volar, su cabello largo liso con ondas en las puntas y rubio -creo que es lo que tuvo mayor atracción de ella en mi- su cara era perfecta, su tono de piel tan blanco como las nubes puras libres de contaminación tan difícil de ver, todas sus facciones estaban en simetría respecto a su estructura ósea, ojos grandes profundamente azules, mejillas rojas parecían que de un momento a otro una ola de sangre saldría a través de ella, su nariz delgada y perfilada, su boca solo inspiraba plantarle un beso que durara mucho tiempo de esos que te roban el aliento, su cuerpo tenía una forma perfecta de guitarra todo estaba en su lugar y en su justa medida si sabes a lo que me refiero, unos 20 0 21 años ¿tal vez? parecía tan frágil como una muñeca de porcelana y tan imponente como se muestra el Ávila en la ciudad de Caracas, caminaba por el monótono pasillo de ingeniería cerca del AD1 la flanqueaban lo que mi mente percibió era el preparador de Física, y otra persona que no pude distinguir quien era, mientras la veía me sentía tan vivo, sabes como cuando sientes deseos de estar feliz, hablar con todo e irradiar felicidad, como cosa rara mi mente empezó a volar a imaginar un montón de cosas, creo que esa vez me perdí mucho tiempo porque cuando volví a la realidad la chica ya se había desaparecido de mi vista, sin duda debo decir que era la chica mas hermosa que haya visto en mi facultad.

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