Aproximadamente las diez una mañana con ese clima fresco y agradable
que tanto me agrada; tenía como costumbre tomar un té frio de durazno sabes esos
que venden en el quiosco en frente del ALT y sentarme a esperar a entrar a mi
siguiente clase, veía caras conocidas, familiares y algunas que hacían que mi
vista se incomodara, podía ver el grupo de los que solo iban a la universidad a
echar carro, aquellos que hablaban con su amigo acerca de como sabía hacer
todos los ejercicios, ademas de ver a los de primer semestre comprando cuanto guía
resuelta se les atravesara en el camino. -JA como si eso les fuese a ayudar-. Respiraba
el contaminado humo de ciudad y sobretodo podía respirar el humo de los
cigarrillos de aquella gran cantidad de estudiantes de ingeniería, que a causa
del estrés o vaya a saber Dios empezaron a destruir sus pulmones desde jóvenes
y por consecuencia los míos, el olor del humo me es tan familiar como las
cicatrices hechas en mi infancia, amargo y con una facilidad de llegar a tus
neuronas como ningún otro. Como iba diciendo un día normal hasta que la vi creo
que era la segunda vez que el tiempo se ralentizaba solo por una chica;
recuerdo la primera vez como si fuese sido ayer, aproximadamente 6 años si mal
no recuerdo iba caminando con mi mama hasta que la vi, su piel tan blanca como
las nubes y la nieve, su cabello negro oscuro como la noche y liso su cara solo
podía compararla en esos momentos con un ángel facciones resaltantes y
perfectas era realmente hermosa unos 2 o 3 años mayor que yo pensé, la vi
camino hacia mi mama y le dijo algo así como “Hola prima ¿cómo estás?” así que
parte de la sangre de sus venas recorrían las mías mi mente alejo cualquier
pensamiento y se programó para solo ver a mi prima, pensándolo bien creo que
aún no le he contado a Ligia que ella fue la primera que hizo que mi tiempo se
ralentizara, obviamente todo eso quedo atrás.
Pero
esta vez era distinto no hay forma de que esta chica sea familiar mío, era
hermosa solo esa palabra podría describirla, casi perfecta, cuando mis ojos se
fijaron en ella el tiempo se ralentizo
si hubiese habido una mosca cerca pudiera haber visto el aleteo de sus alas al
volar, su cabello largo liso con ondas en las puntas y rubio -creo que es lo
que tuvo mayor atracción de ella en mi- su cara era perfecta, su tono de piel
tan blanco como las nubes puras libres de contaminación tan difícil de ver,
todas sus facciones estaban en simetría respecto a su estructura ósea, ojos
grandes profundamente azules, mejillas rojas parecían que de un momento a otro
una ola de sangre saldría a través de ella, su nariz delgada y perfilada, su
boca solo inspiraba plantarle un beso que durara mucho tiempo de esos que te
roban el aliento, su cuerpo tenía una forma perfecta de guitarra todo estaba en
su lugar y en su justa medida si sabes a lo que me refiero, unos 20 0 21 años
¿tal vez? parecía tan frágil como una muñeca de porcelana y tan imponente como
se muestra el Ávila en la ciudad de Caracas, caminaba por el monótono pasillo
de ingeniería cerca del AD1 la flanqueaban lo que mi mente percibió era el
preparador de Física, y otra persona que no pude distinguir quien era, mientras
la veía me sentía tan vivo, sabes como cuando sientes deseos de estar feliz,
hablar con todo e irradiar felicidad, como cosa rara mi mente empezó a volar a
imaginar un montón de cosas, creo que esa vez me perdí mucho tiempo porque
cuando volví a la realidad la chica ya se había desaparecido de mi vista, sin
duda debo decir que era la chica mas hermosa que haya visto en mi facultad.
Me cuesta creer que sean tus palabras Luis...
ResponderEliminarA veces solo un poco de inspiración es suficiente
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