sábado, 24 de septiembre de 2016

Efímero

Cuando pienso en lo que vivimos, efímero es lo primero que se me viene a la mente ¿sabes? La velocidad tiende a ser fatal, en nuestro caso no fue la excepción. Las personas que despiertan interés en mí son difíciles de encontrar, tú lograste eso y más.

Mensajes, llamadas, fotografías crearon la conexión que me hicieron quererte. Me encantan las palabras, las conversaciones y vaya que eres de hablar, me divertía escucharte, aun lo hago cuando te escucho. Me gustaba de ti que eras diferente a mí, que no estabas en mi entorno, me encantaba descubrir cada faceta de ti, cada sentimiento, cada historia que me contabas, todo contigo era nuevo  y había tantas cosas que descubrir, despertabas mi curiosidad algo difícil, pero lo lograste, me gustaba que tuvieras la facilidad de hacerme feliz.

La primera advertencia llegó con el primer te quiero, “No quiero herirte, tiendo a alejar a las personas de mí, por mis propias inseguridades, por eso me estoy cohibiendo contigo” que me dijeras eso fue lo que me hizo quererte aún más, descubrir que además de quererme, querías cuidarme inclusive cuando era de ti de quien debía hacerlo. La vida no es justa a veces, aquellas personas que te rompen son las únicas que quieres que te reparen. “No te límites conmigo por temor a lastimarme, eso es peor, que lastimarme en sí” fue lo que te dije, “porque prefiero haber vivido una buena experiencia que no haber vivido ninguna en absoluto.”

El primer contacto fue lo mejor, las primeras miradas, las primeras vistas, los primeros besos, las primeras veces que sostuvimos nuestras manos una encima de la otra, las primeras caricias, como todas las primeras veces todo fue perfecto. “¿Dónde estuviste todo este tiempo? Me haces feliz, Gracias por estar aquí” fueron una de las cosas que recuerdo nos dijimos. Cada vez que me mirabas, me hacías sentir que era lo único que tus ojos podían enfocar, cada vez que yo te miraba tenía la sensación de que había encontrado aquella aguja en el pajal, que había encontrado aquello que había estado buscando sin saber que lo buscaba; me hacías sonreír, era imposible no sonreír cuando estaba cerca de ti. Sentía que era algo surreal, algo que valía la pena conservar.

Toda acción, tiene una reacción. Esta acción causo en ti, que aquel ser humano con inseguridades, y miedos, saliera a flote y empezaran a crecer tus miedos, tus inseguridades y como consecuencia a rechazar esto que estábamos viviendo, dando como resultado que empezaras a desprenderte y alejarte de mí; por mi parte no entendía nada. ¿Qué está sucediendo? ¿Por qué disminuye la comunicación?  ¿Dónde carajos esta? Mi mente visualizo miles de escenarios para intentar darme una explicación, ninguno era apegado a la realidad. “No me gustan las distancias, me estás haciendo daño y yo estoy empezando a hacértelo a ti, es lo que siempre hago, y no quiero dañarte” eso fue lo que me dijiste esa noche que te decidiste a hablarme, unas pequeñas palabras que significaban tanto y me dejaban vacío. Otra vez volvió tu protección, tu zona de confort y esta vez para quedarse.

Pensé que me darías una oportunidad, que no te cerrarías tan pronto, lo cierto es, que me equivocaba, estaba intentando aferrarme a ti, así como el que intenta atrapar aire con las manos. Uno solo puede querer a quien quiere ser querido, solo a quién esté dispuesto a ser lo suficientemente valiente para querer. No me malinterpretes, no te juzgo, no te culpo, todos tenemos demonios con los que debemos lidiar tarde o temprano.

Hoy que te recuerdo, te recuerdo efímero, fuiste lo más bonito, lo más intenso, lo más especial pero también lo más corto que pude haber vivido estos últimos tiempos. Definitivamente no creo en los arrepentimientos, y estoy feliz de haberme permitido haber vivido todo eso, haberlo vivido contigo. Capaz lo efímero fue lo que lo hizo tan bonito.

“Y siempre es mejor un tiempo feliz, por breve que sea, que un largo tiempo de desdicha” Jordi Sierra I Fabra. Un Poco de Abril, algo de Mayo, todo Septiembre

domingo, 11 de septiembre de 2016

En las redes sociales.

La percepción de quien soy que tiene aquellos que están alrededor de mi definitivamente no define quién soy; no creo que te defina a ti, ni que defina a nadie. Muchas personas creen conocerme porque de una u otra forma hemos conectado en alguna red social, la realidad es, no lo hacen.

  En Facebook soy aquel que se ríe de tonterías, publica una que otra canción con la que me siento identificado o que no puedo dejar de escuchar, soy aquel que trata de estar conectado con todos los amigos y familiares que me importan, en twitter soy aquel al que le gusta estar informado, y una que otra vez escribir algún tweet que defina como me siento en ese momento; en Instagram soy otro yo, uno de los que más me gusta, aquel que atrapa momentos especiales, aquel que hace que las imágenes hablen por si solas; en snapchat soy aquel que anda de fiesta todo el tiempo, así como aquel que siempre está estudiando. Luego esta esté blog, aquí soy aquel que tiene un toque de artista, un toque de poeta, un poco de escritor, creo que aquí es donde me pueden conocer mejor.

   Todas estas redes sociales captan una pequeña esencia de mí, una pequeña parte de quién soy, pero no captan completamente al ser humano. Las mejores conversaciones no las he tenido en Facebook, los mejores conocimientos no los he obtenido de twitter, los mejores momentos, los más felices, no los he capturado en fotografías, no a todas las fiestas que voy ni todas las horas que he pasado estudiado han estado en snapchat, ni todos mis deseos y emociones las he dejado aquí plasmadas.

   Lo cierto es, que en las redes sociales solo compartimos aquella parte de nuestra vida que queremos dar a conocer, la mayoría de las personas decidimos mostrar fundamentalmente la parte feliz de nuestras vidas, nuestros logros, nuestras sonrisas, nuestras personas especiales, nuestras celebraciones, he inclusive a veces, nuestras decepciones, nuestras tristezas. Que publique solo fotos en fiestas no quiere decir que salga a ellas todos los días, así como que publique alguna frase nostálgica o triste quiera decir que sea una persona triste, solo estoy dejando salir una parte de mí que quiero que vean. A ver, quien de ustedes me puede decir, ¿cuál es mi película favorita? ¿Mi libro favorito? ¿Mis sueños? Muy pocas personas de las cientas que conectan conmigo en las redes sociales.

  Lo que quiero decir es, no creas que conoces a alguien por ver lo que publica en una red social, no creas alguna persona tiene una vida perfecta, solo porque solo ves sus logros en las redes sociales, o los días en que estén celebrando, tampoco creas que alguien es una persona triste porque escribe cosas de desamor, capaz solamente le gusta cómo quedan esos escritos capaz no. Así que no creas todo lo que ves en las redes sociales, más bien ocúpate de conocer a las personas que te importan.



“Es triste cuando todo el mundo te conoce, pero en realidad nadie te conoce” Ava Dellaira. Carta de Amor a los Muertos.