Mientras leía Paper Towns de John Green hubo un párrafo que me llamo
mucho la atención citaba más o menos así “La cosa es, que las personas siempre
quieren cambiar a los demás y se molestan si actúan como son ellos mismos, y no
como queremos” o algo por el estilo, la verdad no fui bendecido como Will Herondale
en aprenderme citas de memoria mas bien todo lo contrario, luego en otro libro
hablaba también de esto y como la gente buscaba cambiar a las personas a su
alrededor.
Me quede pensando en esto, y me di cuenta de que muchas veces nos
molestamos por aptitudes que otras personas tienen, por cosas que esa persona
hace o deja de hacer, o simplemente porque no están actuando de la manera que
nosotros haríamos, y ahí el dilema, que esperamos tanto de las personas porque
tal vez nosotros estamos dispuestos a dar mucho, esperamos un gesto o una
acción en particular porque eso es lo que nosotros haríamos. Intentamos cambiar
a las personas muchas veces hasta inconscientemente, porque es mucho más fácil
para nosotros que las personas, actúen como nosotros queremos a como ellos son
en realidad, porque ¿a quién no le gusta estar en su zona de confort? Donde no
hay riesgos de nada, todo es perfecto y como quieres, entonces mejor que estar
en tu zona de confort, es convertir a todos aquellos que nos rodean en nuestra
zona de confort, porque que bien es saber como va actuar una persona, y mejor
aun que haga las cosas que nosotros queramos, es decir, nada de sorpresas ni
malos ratos y actúen como nos guste.
Todos
somos hipócritas fingimos que aceptamos a todo el mundo tal y como es, y cuando
muestra alguna disyuntiva, o alguna acción que no es de nuestro agrado buscamos
la manera de cambiar eso en aquella persona, la tolerancia es una de las cosas
que más se ha perdido últimamente, somos tan pocos tolerantes con los demás, “porque
si a mí no me gusta hacer eso ¿Por qué los demás tienen que hacerlo delante de mí?
No jodas” eso es lo que yo pienso, inclusive cuando ese “eso” es solo escuchar
música distinta, apoyar a un equipo de fútbol distinto, o ver malos programas
de tv. Y esa es la cosa con la tolerancia que no se nos ha sido inculcada como
debería, porque si no te gusta algo lo desechas y ya, pero si a aquella persona
llámese amigo, primo, novia(o), papa, mama, quien quiera que sea, hace algo que
no es de nuestro agrado somos más propensos a alejarnos de esa persona en ese
momento determinado o soltar un comentario sobre como aquella persona debe
cambiar sus gustos, o como debería ver mejor tv, o escuchar mejor música,
actuar de manera distinta a como son, cambiarlos. Una cosa muy distinta es que
quieras compartir tus gustos con tus personas favoritas porque quieres compartir,
y otra cosa muy distinta es que quieras imponer tus gustos respecto a los de
otra persona y hacer que él o ella tenga tus mismos gustos para tu seguir en tu
zona de confort donde quiera que estés.
Queremos cambiar a las personas y en ese proceso también somos cambiados,
más de una vez me he sorprendido a mí
mismo escuchando música que se supone a mí no me gusta, o remedando expresiones
que mis mejores amigos utilizan, inclusive viendo programas de tv “malos” pero
la costumbre de estar con determinada persona y el compartir hace que eso poco
a poco se convierta de mi agrado, si bien el proceso de cambiar a una persona
lleva tiempo, ese mismo tiempo y esa misma persona te cambia a ti mismo,
inclusive cuando ni tú mismo sabes que estas cambiando; cuando pasamos gran
cantidad de tiempo con una persona tendemos a asimilar sus gustos, expresiones y
gestos como propios a la vez que ellos asimilan los nuestros. Y ese es el
proceso de cambio que vivimos todos y cada uno de nosotros.
“… Los Humanos carecemos de
buenos espejos. Es muy difícil para cualquier persona mostrarse tal y como es,
y tan difícil para nosotros enseñarle a alguien como nos sentimos” John Green. Paper Towns