sábado, 25 de enero de 2014

Queremos Cambiar a las Personas.

  Mientras leía Paper Towns de John Green hubo un párrafo que me llamo mucho la atención citaba más o menos así “La cosa es, que las personas siempre quieren cambiar a los demás y se molestan si actúan como son ellos mismos, y no como queremos” o algo por el estilo, la verdad no fui bendecido como Will Herondale en aprenderme citas de memoria mas bien todo lo contrario, luego en otro libro hablaba también de esto y como la gente buscaba cambiar a las personas a su alrededor.

  Me quede pensando en esto, y me di cuenta de que muchas veces nos molestamos por aptitudes que otras personas tienen, por cosas que esa persona hace o deja de hacer, o simplemente porque no están actuando de la manera que nosotros haríamos, y ahí el dilema, que esperamos tanto de las personas porque tal vez nosotros estamos dispuestos a dar mucho, esperamos un gesto o una acción en particular porque eso es lo que nosotros haríamos. Intentamos cambiar a las personas muchas veces hasta inconscientemente, porque es mucho más fácil para nosotros que las personas, actúen como nosotros queremos a como ellos son en realidad, porque ¿a quién no le gusta estar en su zona de confort? Donde no hay riesgos de nada, todo es perfecto y como quieres, entonces mejor que estar en tu zona de confort, es convertir a todos aquellos que nos rodean en nuestra zona de confort, porque que bien es saber como va actuar una persona, y mejor aun que haga las cosas que nosotros queramos, es decir, nada de sorpresas ni malos ratos y actúen como nos guste.

  Todos somos hipócritas fingimos que aceptamos a todo el mundo tal y como es, y cuando muestra alguna disyuntiva, o alguna acción que no es de nuestro agrado buscamos la manera de cambiar eso en aquella persona, la tolerancia es una de las cosas que más se ha perdido últimamente, somos tan pocos tolerantes con los demás, “porque si a mí no me gusta hacer eso ¿Por qué los demás tienen que hacerlo delante de mí? No jodas” eso es lo que yo pienso, inclusive cuando ese “eso” es solo escuchar música distinta, apoyar a un equipo de fútbol distinto, o ver malos programas de tv. Y esa es la cosa con la tolerancia que no se nos ha sido inculcada como debería, porque si no te gusta algo lo desechas y ya, pero si a aquella persona llámese amigo, primo, novia(o), papa, mama, quien quiera que sea, hace algo que no es de nuestro agrado somos más propensos a alejarnos de esa persona en ese momento determinado o soltar un comentario sobre como aquella persona debe cambiar sus gustos, o como debería ver mejor tv, o escuchar mejor música, actuar de manera distinta a como son, cambiarlos. Una cosa muy distinta es que quieras compartir tus gustos con tus personas favoritas porque quieres compartir, y otra cosa muy distinta es que quieras imponer tus gustos respecto a los de otra persona y hacer que él o ella tenga tus mismos gustos para tu seguir en tu zona de confort donde quiera que estés.

  Queremos cambiar a las personas y en ese proceso también somos cambiados,  más de una vez me he sorprendido a mí mismo escuchando música que se supone a mí no me gusta, o remedando expresiones que mis mejores amigos utilizan, inclusive viendo programas de tv “malos” pero la costumbre de estar con determinada persona y el compartir hace que eso poco a poco se convierta de mi agrado, si bien el proceso de cambiar a una persona lleva tiempo, ese mismo tiempo y esa misma persona te cambia a ti mismo, inclusive cuando ni tú mismo sabes que estas cambiando; cuando pasamos gran cantidad de tiempo con una persona tendemos a asimilar sus gustos, expresiones y gestos como propios a la vez que ellos asimilan los nuestros. Y ese es el proceso de cambio que vivimos todos y cada uno de nosotros.

“… Los Humanos carecemos de buenos espejos. Es muy difícil para cualquier persona mostrarse tal y como es, y tan difícil para nosotros enseñarle a alguien como nos sentimos” John Green. Paper Towns